Recordé tus placeres gastronómicos. 1 kg. de pasas de uva bañadas con chocolate, en Sweet Sweet Way, vale cien pesos argentinos. Compré una bolsa. Parecen deliciosas.
Estoy mejor que ayer. Me siento mejor. Mucho mejor. Caminé hasta el Garbarino del Nuevocentro Shopping. Vi un pullover en tonos blancos y celestes que me deslumbró. Nada más. En el Nuevocentro casi que no hay nada interesante.
Volví caminando hasta Bv. San Juan y Av. Vélez Sársfield. Saqué dinero del cajero nuevo, el que pusieron en la esquina. Tengo que pagar el pedido a los fabricantes de Polipluma. Tomé un taxi hasta Pueyrredón y Belgrano. Pregunté en el almacén que queda enfrente de la plaza y en la plaza misma. No tienen almendras.
Caminé hasta Iriarte y Mayor. En el camino vi al chico del que no recuerdo el nombre. El que vive en Iriarte cruzando la calle Mayor, al lado de la casa de los Arévalo. De cualquier forma, no importa demasiado su nombre; en algún tiempo se irá a morir y antes no hará nada para que lo recordemos; a lo sumo se cargará algún muerto o cosa por el estilo. Lo vi trabajando en la obra en construcción que está al lado de Club R. Más adelante, cerca de la calle Mayor, por Iriarte, una señora me saluda. Creo que no la conozco.
Tengo la remera empapada en transpiración. Caminé mucho y bien. Ahora estoy preparando un desayuno. Café, tostadas de pan al horno (vuelta y vuelta hasta que se tuestan) con una rodaja de queso fresco arriba. Cuando el queso esté derretido y el café humee me voy a sentar a celebrar esta mañana de otoño.
El otoño es la estación del año que más prefiero.
miércoles, 11 de mayo de 2011
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