lunes, 25 de abril de 2011

Un cortado chico II

Ahora constato que era yo
el de los mimos, de los gestos, de los revuelos
que pedí agritos una puntitá anquesea.

Que eras vos Martina la que
de los mimos, de los gestos, de los revuelos
no tenías nada.

Ahora cuando de los mimos, de los gestos, de los revuelos
ya no llega ni un suspiro
(ni tendría que hacerlo)

y lloro desconsolado con
este amargo trago.

No hay comentarios: