jueves, 13 de marzo de 2008

Domingos

La lluvia que cae en la Cuba de Raul, no tendrá nunca el sabor de la que ahoga a una Córdoba de Juan [bio]. Mientras llueve mucho, cuento tres en mi cama (que ha dejado de ser mía). Parece que los impares me sientan bien. Y afuera no llueve como en Cuba, pero llueve.

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